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Etapa 8: Lobuche - EBC - Gorakshep

La noche, aunque ha sido fría he dormido bastante bien. Ya le he cogido el truco a los desayunos. A estas alturas todo es caro y por nada ya te clavan 5 euros. Lo típico es el pan tibetano que es como churros y con huevo, pero aquí por el huevo te clavan 2 euros así que me lo he pedido solo, que ya vale 3,5 euros, y con azúcar y un poquito de café por encima está tremendo, aunque la sherpa me mirase raro.

 

Hoy la ruta han sido 13 km con 800 de desnivel. Hasta las 12 todo es hielo y nieve y los mini crampones han sido bien útiles. La ruta no tiene dificultad ninguna salvo por la altura, no me imaginaba que cansara tanto, el solo hecho de pegarte un trotecillo en llano fatiga.

 

La primera parte comienza dirección Gorakshep, es como ir metiéndose poco a poco en medio de una olla rodeados de montañas, al lado nos acompaña siempre el Nuptse y enfrente la frontera con Tíbet donde el Pumo Ri es el más bonito con su forma piramidal. El termómetro marca -7 pero hace un viento importante y con todo nevado parece la Antártida. Con las capas puestas se va bien pero es sacar la mano para echar una foto y se te queda como una llave y tanto Max, como Marçal y yo vamos con el moquillo colgando.

 

Gorakshep es el último pueblo antes del Everest, antiguamente era el Campamento Base del Everest. Aquí haremos noche a 5200 metros así que cogemos habitación y descargamos las mochilas para ir hasta el campamento base sin peso.

 

En internet leí que el campamento base no merece la pena, bueno pues después de llegar hasta él ya puedo opinar con criterio y para mi no es que merezca la pena, es que es imprescindible.

 

Si lo que uno busca es un campamento base en donde mires para arriba y se vea el Everest pues no lo va a ver porque desde el campamento base no se ve aun estando a su lado. El camino hasta el Campamento Base es totalmente diferente a lo que llevo visto y un paisaje muy a lo bestia. Se va caminando todo el rato al lado de la lengua glaciar del Khumbu. El entorno es escoria y hielo mientras uno se va aproximando hasta el glaciar del Khumbu bajo el cual está el campamento. El Nuptse lo pasas casi por su falda y se van viendo lagunas glaciares y barrancos de hielo. Es como los glaciares de Islandia pero desordenado, ya que los desprendimientos desde las montañas llenan el glaciar de piedras. El campamento base está encima del mismo glaciar, justo delante de la cascada del Khumbu, la cual escalan los que van para el Everest.

 

Al llegar al campamento te encuentras unas piedras con el nombre de Everest Base Camp y miles de banderas de oración, foto y video de rigor y visitamos la primera expedición que está instalada. No dejan de ser tiendas con todas las comodidades del mundo (pasan ahí al menos dos meses y quien escala el Everest paga mínimo 30.000 euros), el entorno es genial, una laguna helada, un barranco, la lengua y el glaciar con tienditas salteadas mientras se escucha a los sherpa cantando. Muy chulo y muy sobrecogedor pero no me tiro ahí dos meses ni loco, hay un flujo constante de yaks que van suministrando las expediciones y en este tramo se notan que lo pasan mal porque se anda sobre el mismo glaciar y más de un resbalón pegan.

 

Tomando el camino de vuelta aunque el desnivel sea negativo es un sube y baja que me lleva roto. Encima las caravanas de yaks pasan corriendo cual Jumanji ya que, como van vacías y es cuesta abajo el Sherpa las azuza, te tienes que echar a un lado y a esperar. Lo bueno es que las oyes a leguas.

 

Al llegar al hotel el único subidón es la comida porque sigue haciendo -7 grados. Mi habitación tiene una ventana, pues un cuarto de ella está bajo el hielo. Las baterías del móvil y del ebook marcan que están descargadas pero en cuanto se calientan con el cuerpo recuperan la carga. Esto del frio cansa ya, pero se compensa con el entorno. Al menos creo que me quedan dos días de frio. Mañana la etapa reina del viaje, la subida a Kala Pathar y vuelvo para Lukla bajando por Tengboche que me llevará tres días.

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