Hoy ha sido duro de narices. Como toca día de aclimatación hay que dormir a la misma altura por lo que para no pasar dos días en Pheriche vamos a un pueblo cercano que se llama Dingboche. El pueblo es igual que Periche pero con una estupa, quizá es más cálido que porque pilla más horas de sol y tiene más lodges. Es más caro que Pheriche, ayer costaba dos euros la habitación y hoy seis. La verdad que me habría quedado en Pheriche si llego a saber que los pueblos son prácticamente iguales.

 

En los días de aclimatación la norma es "Subir alto y dormir bajo". Al lado de Dingboche se encuentra un pico, el Nangkar Tsahng de 5616 metros. Al pico no se puede subir solo andando pero este pico tiene dos antecimas y la primera se puede hacer andando con bastones. La antecima está a 5083 metros... Mi primer 5000!

 

Cuando ves la montaña desde Dingboche parece una mierda porque está rodeada de seis miles y siete miles pero tela con la montaña!!!

 

Ida y vuelta habrán sido unos 5 kilómetros pero son 700 metros de desnivel en 2'5 kilómetros y el ultimo kilometro con nieve, hielo y una pequeña trepadilla que hay que usar las manos. Si esta ruta es en Murcia no sería mucha cosa pero lo fastidiado es que hay que ir dando pasos muy pequeños, casi talón con punta, ya que en cuanto te emocionas y pegas dos zancadas te asfixias y te cuesta recuperarte un rato. La altura se nota un huevo. Max venía conmigo y el tío con paso hiperlento no hace ni un descanso, yo de vez en cuando me emocionaba y me tocaba parar. Hemos tardado casi 5 horas en subir y bajar, aunque me he pasado un poco con las fotos y los videos.

 

La ruta en si tiene unas panorámicas impresionantes, se va subiendo con el Ama Dablam detrás y el Tabuche a la izquierda y a la derecha el valle del Chhukhung con el Island Peak al fondo. Se pasa por una estupa muy fotogénica y el camino va ascendiendo entre yaks y con los buitres a un palmo.

 

En lo que llevo de viaje me estoy leyendo el libro de "Mal de altura: la catástrofe del Everest" de Krakauer, uno de los supervivientes de la tragedia del 96. El libro relata muchas zonas por las que paso y finalmente relata la escalada al Everest muy detallada, está genial porque describe muy bien las sensaciones de la fatiga en altura y, aunque me lo flipe mucho, el ultimo kilometro con nieve parecía estar coronando el Everest además con el aliciente de que las nubes estaban entrando por el valle y las podía ver por encima cada vez más cerca por lo que parecía aun más real que se iba a liar una tormenta. ¡Vamos que me he emocionado pero si no lo hago aquí ya me dirás donde!

 

Desde la cima las vistas eran insuperable, todas las montañas con las nubes empezando a cubrirlas y todo lleno de banderas de oraciones. En el otro lado el valle de Chhunkung con todos los picos que se van viendo durante la subida junto con el Makalu (8481 metros) de fondo. Max ha llegado 5 minutos después que yo. Tras las fotos y videos protocolarios y un buen rato de contemplación, media vuelta con cuidadito y usando los bastones para no matarse. La bajada se hace más entretenida al poder alternar con alguna carrerilla

 

La tarde la hemos pasado leyendo y hablando en la sala común, hemos conocido a una chica de Nueva Zelanda y el resto son casi todos americanos. Al final el lodge ha sido un truño. Yo queria desayunar a las 6:30 y el tio que hasta las 7 no se puede, la estufa en cuanto se acabó la primera tanda de caca de yak no echaron más y se apagó a la hora, encima no funcionaba internet. El lodge se llama God Luck Hotel, si podeís evitarlo.

 

Mañana toca Lobuche, a 4900 metros. Dicen que dormir en altura es incomodo pero yo por ahora estoy durmiendo como un señor aunque antes de dormir sí que parece como que suspiras mas.